Este restaurante familiar ha sabido convertirse en una referencia en el paisaje gastronómico cordobés gracias a su profesional y amable servicio, así como a sus exquisitas tapas y platos de la cocina tradicional cordobesa.
Todos los platos están elaborados con productos frescos de primera calidad y de temporada.
En invierno se ofrecen guisos y estofados, mientras que en verano se pasan a platos más frescos y ligeros.
Se pueden celebrar todo tipo de eventos, como celebraciones, comidas de empresa, reuniones familiares, entre otros, en su gran salón con capacidad para 170 personas, con posibilidad de separar espacios.
Disponen de dos salones privados, el “Salón Mezquita” con capacidad para 8 a 10 personas y el “Salón Mirador” para 12 a 14 personas, ambos ofrecen un espacio más íntimo y reservado, además de una amplia terraza con preciosas vistas.