Es un antiguo patio de abluciones califal que ha evolucionado a lo largo de las distintas etapas históricas del edificio, convirtiéndose en un escenario esencial para el ceremonial católico de la Catedral.
En la etapa musulmana, acogía las abluciones previas al rezo, mientras que tras la conquista cristiana se convirtió en un espacio para el desarrollo de ceremonias católicas, albergando las mayores solemnidades.
Tras la conquista cristiana, se cerró la fachada norte y se construyeron capillas, cambiando su aspecto original. Las galerías que delimitan el espacio fueron reconstruidas durante el episcopado de Martín Fernández de Angulo.
El obispo Francisco Reinoso fue el encargado de diseñar el espacio a modo de jardín, incorporando elementos como naranjos, palmeras y cipreses, así como surtidores y fuentes.
En el patio se pueden encontrar naranjos, palmeras, cipreses, surtidores y fuentes, que crean un ambiente único y evocador. Las galerías reconstruidas durante el episcopado de Martín Fernández de Angulo también son elementos destacados.