El Patio de María ofrece un ambiente acogedor y con alma, donde se mezclan tradición y modernidad. Es un lugar donde el tiempo parece detenerse y las sobremesas cobran un verdadero sentido.
Bajo la sombra de un limonero, el patio de María se destaca por sus colores rojos, verdes, azules y blancos, creando un ambiente encantador que no deja indiferente a los visitantes.
En El Patio de María se utilizan productos de temporada de alta calidad. Se invita a los clientes a preguntar por las sugerencias del día y a disfrutar de lo que sale de los fogones.
Las reservas que se retrasen más de media hora en El Patio de María serán automáticamente anuladas. Es importante llegar a tiempo para disfrutar de la experiencia gastronómica que ofrece este restaurante.
Visitar El Patio de María es descubrir un lugar con alma, un santuario para quienes lo buscan intencionalmente. Es un microcosmos donde se puede compartir con otros, disfrutar de buena comida y crear recuerdos que perduran en el tiempo.