La casa fue fundada en 1945 por Antonio Cano en la cocina junto a su hijo Francisco Cano en la sala.
Tras el fallecimiento de Antonio, Catalina Sánchez, esposa de Francisco, pasó a estar al frente de la cocina.
Francisco Cano, hijo de Antonio y Catalina, ha sabido mantener la tradición de sus padres.
En la actualidad, Carmen Cano, guiada por su padre Francisco, está tomando poco a poco las riendas del negocio.
Destacan platos como los exquisitos Riñones al Jerez, el Buchón de merluza, el “Escocio” (merluza con suave aliño), exquisitas frituras de pescadito y apetecibles postres caseros.